Devociones Cristianas

ORACIÓN DE LA MAÑANA

Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor. Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno. Ver a tus hijos detrás de las apariencias, como los ves tu mismo,
para así poder apreciar la bondad de cada uno. Cierra mis oídos a toda murmuración. Guarda mi lengua de toda maledicencia. Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí. Quiero ser tan bienintencionado y bueno que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia. Revísteme de tu bondad señor y haz que en este día yo te refleje. Amén.

ORACIÓN DE LA NOCHE

Dios mío Jesucristo, te doy infinitas gracias por la dicha de finalizar un nuevo día. Un día en el que tuve la oportunidad de ver la luz del sol, respirar y disfrutar de todos los beneficios que tú me das. Con confianza recurro a ti para pedirte tu protección y bendición. Te confío a mi familia y a todas las personas que forman parte de mi vida. Cuídanos y permítenos dormir bien y amanecer con vida el día de mañana. Amén

ANGEL DE LA GUARDA

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería, hasta que me pongas, en paz y alegría,
con todos los santos, Jesús y María, te doy el corazón y el alma mía que son mas tuyos que míos. Amen.

BENDICIÓN DE LAS COMIDAS

Antes de las comidas

Bendícenos, Señor, y bendice éstos alimentos que nos vamos a servir, y que Tú nos das por Tu infinita bondad. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.

Después de las comidas

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen.

SAN JOSÉ

Oh san José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos.

Ayúdame, san José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, Te tribute mi agradecimiento y homenaje.

Oh san José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos. No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón. Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.

¡San José, patrono de las almas que parten, ruega por mi! Amén.

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

SEÑOR MIO JESUCRISTO

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amen.

ACTO DE CONSAGRACIÓN

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, 
en una palabra, todo mi ser, 
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégemecomo hijo tuyo. Amén.

ACTO DE CONTRICCIÓN

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.